La matanza de civiles en Siria realizadas por las
milicias shabiha del régimen de Bachar el Asad es uno de
los casos más horrorosos en la historia mundial en los últimos tiempos, apoyada
por un sistema internacional obsoleto, incapaz de detenerla por el veto
de dos naciones: China y Rusia.
Es una iniquidad del sistema de las
Naciones Unidas que medio mundo repruebe las matanzas del régimen sirio como la
ocurrida la región de Hula en la cual masacraron a 108 civiles, la mitad de
ellos niños y no se puedan llevar a cabo acciones concretas, entre ellas la
intervención directa para terminar el conflicto, en el caso extremo de
que las misiones de Naciones Unidas y la Liga Árabe
fracasen.
Hasta ahora además de China y Rusia, el Irán
chií son las piezas del ajedrez mundial que apoyan al sanguinario
régimen, los dos primeras se oponen al vetar cualquier iniciativa directa
del Consejo de seguridad de la ONU para intervenir en un país en ayuda a los
ciudadanos y ayudar a la paz.
Al parecer la salida directa al problema no ha
sido posible por aspectos geopolíticos hegemónicos de la región: intereses
tanto económicos como militares de chinos y rusos lo impiden en oposición al
bloque de los Estados Unidos y aliados europeos. Para ello ambos
bloques utilizan toda una serie de eufemismos mientras que desde el mes de
marzo del 2011 cuando empezó el conflicto, han muerto más de diez mil civiles y
la espiral de violencias y muerte todavía sigue.
Hay que recordar que los proveedores
importantes y tradicionales de Siria en materia de armamentos son China, la
República Checa, Ucrania y Corea del Norte. No obstante Rusia es el
principal proveedor. Es por eso que el eufemismo de que se "debe
respetar la soberanía de un país" en este caso de Siria, cuyo régimen ha
llegado a la irracionalidad y al genocidio es esgrimida por esos países, no les
interesa proteger a la población masacrada sino sus intereses.
Una de las muestras más palpables de los
intereses económicos armamentistas rusos es el hecho de que las compras más
recientes hechas por Siria comprado a los rusos son los MIG-21, 23 y 29,
un sistema de defensa autopropulsado 96K6 Pantsir y sistemas de misiles de
mediano alcance Buk-2M Ural
Rusia también está en la construcción de
una base naval en el puerto sirio de Tartus y otro en Latakia. Las ventas
rusas a los sirios representan millones de dólares que están dispuestos a
proteger a toda costa no importando la masacre a la población siria
Si se quiere una solución justa y
equitativa prima facie para solucionar el problema de Siria es aprobar
una resolución inmediata que obligue al régimen de Bachar El Asad a levantar el
sitio de las poblaciones afectadas y a permitir el acceso inmediato sin
restricciones de personal de agencias humanitarias y de los derechos humanos.
Sin embargo esta resolución no encontraría un
camino fácil, el régimen sirio prefiere seguir aislado del mundo para seguir
cometiendo sus atrocidades. La sanciones económicas que le impusieron
lucen débiles y poco efectivas, por lo que asistimos a un fortalecimiento del eje
China-Rusia-Siria, un resurgimiento de una nueva guerra fría multipolar.
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